Lo mejor de una buena crema de avena (de tradición inglesa) es que es unos de los platos más versátiles y completos que puedes preparar. Es excelente para el desayuno, pero también para el almuerzo o la cena, si lo prefiere salado. Se prepara en pocos minutos o puedes comerlo frío preparando la mezcla la previa tarde y guardándola en el refrigerador por una noche. En verano incluso puedes mantenerlo, una vez listo, para 2 horas en el congelador y sacarlo unos diez minutos antes de comerlo: ¡tendrá la consistencia de un helado!
La receta es extremedamente personalizable de acuerdo a tus gustos, pero hay una cosa que no puede faltar: ¡avena! Puede cocinarlo con leche, bebidas vegetales, clara de huevo para hacerlo más cremoso o simplemente con agua. Y para decorar, nada mejor que algunas frutas friescas, miel, jarabe de arce, nueces o mantequilla de frutas secas.
Aquí propongo una versión súper rápida para preparar la crema de avena la noche anterior que no requiere cocción.
Ingredientes
CREMA DE AVENA
- 70 gramos de copos de avena (neutros o aromatizados)
- 1 plátano maduro
- 1 cuchara (aproximadamente 10 gramos) de cacao amargo en polvo
- 220 ml de leche, bebida vegetal o agua (de acuerdo a tus gustos)
PARA DECORAR (opcional)
- Mantequilla de cacahuete
- Frutas secas (almendras, nueces, etc.)
- Frutos rojos
- Grano de nueces o de pistachos
Preparación
- Presionar el plátano con un tenedor hasta que se transforme en una pulpa suave.
- Añadir los copos de avena y el cacao.
- Añadir el líquido elegido hasta lograr la consistencia deseada y mezclar bien. Durante la noche la mezcla absorberá una gran cantidad de líquido, por lo que te sugiero que agruege un poco más de la cantidad que perfiera. Recuerde: cuanto menos líquido agregue, más densa será la crema de avena.
- Cobrir y dejar en el refrigerador por una noche.
- A la mañana retirar del refrigerador y decorar como quieras, entonces disfrute sin calentar.
Buen provecho!